Espectáculo circense donde la protagonista es la cuerda floja. Un trabajo rompedor que explora la tensión a través de las expectativas y la relación que establecemos con los materiales y la forma como los utilizamos. Desde la proximidad, la máxima simplicidad, sin trucos y con elementos básicos como el papel, el hilo de pescar, el agua o el fuego, el público participa en un experimento artístico sobre la posibilidad, la resistencia y los límites, donde la materia habla por ella misma. La expectativa y la tensión (dramática) están más que garantizadas.