Una breve actuación alocada hace de preámbulo que invita al público, tanto adulto como infantil, a probar la traza que pueden llegar a tener para hacer títeres. Dieciocho minutos locos durante los cuales se relatan los contratiempos de un títere a medio hacer que decide intentar acabarse el mismo... Dieciocho minutos durante los cuales el personaje lucha con los elementos, con el material, los objetos, y a veces hasta con los mismos manipuladores, hasta el punto de tiranizarlos.
Dos manos salen de repetente de una caja de cartón, seguidas de un tronco sin cabeza. Un rectángulo de poliéster en una barra es todo lo que hace falt para este trabajo (con la ayuda de dos titiriteros brillantes y muy discretos).